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Una experiencia musical mágica. Curso de Filosofía Suzuki en Puebla.

Leslie Mizrahi

En México se ha hecho costumbre que, en donde sea que se de un curso de Filosofía, hay alumnos de piano que viajan para participar en clases de demostración; algunas veces dentro de la misma ciudad y algunos otras a otros Estados de la República…Etna Diemecke ha llevado alumnos desde Guanajuato hasta Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México e incluso a Xalapa, manejando hasta 11 horas en algunas ocasiones.

 

En la Asociación Mexicana del Método Suzuki (AMMS) nos hemos puesto como meta el que alguno de los miembros de la mesa directiva siempre sea partícipe en todos los cursos de filosofía que se hagan en el país, para asegurarnos que tanto la maestra que dará el entrenamiento como los maestros que tomen el curso cuenten con óptimas condiciones. También tratamos de que siempre estén presentes alumnos, dentro de lo posible, ya que esto representa una excelente experiencia para ellos y una gran oportunidad para quienes toman los cursos de observar el proceso de enseñanza.

 

En la bellísima y colorida Ciudad de Puebla, en México, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Escuela de las Artes, 54 maestros de música se encontraban listos para descubrir la filosofía de Sinichi Suzuki, 7 alumnos de piano de edades que iban de entre 4 y 10 años, junto con sus padres y su maestra de piano, salieron de México del Colegio Eton en donde estudian, para viajar durante 2 horas y media ala Ciudad de Puebla para formar parte, durante tres días, de este importante taller a ser impartido por la Mtra. Caroline Fraser, nuestra entrenadora latinoamericana de piano Suzuki … 

 

El auditorio estaba listo con dos pianos de cola bellísimos, todos listos para comenzar…Algunos miembros de la mesa directiva de la universidad nos dieron la bienvenida a todos y dieron por iniciada oficialmente a lo que sería una experiencia de vida para muchos de nosotros, una aventura que nos llevaría a experimentar la misión y la visión de Sinichi Suzuki a través de la experiencia de Caroline y su propia misión en la vida…el curso comenzó…

 

Después de una introducción de dos horas de la filosofía, llegaron los alumnos de piano, un poco nerviosos, un poco emocionados, listos para mostrar lo que hasta el momento habían aprendido y listos para aprender mucho más; mucha gente los observaba expectante, con ojos y mentes juiciosas…las observaciones comenzaron, uno a uno los estudiantes recibieron su clase individual por parte de Caroline; cada uno de los alumnos se encontraba completamente envuelto por el esta maestra carismática y angelical, y muy pronto se les olvidó que había un público, ya que estaban completamente inmersos en la música, dentro de la burbuja especial que se forma entre el alumno y la maestra. 

Primero pasaron los más pequeños, que eran 4, terminando con una clase grupal en la que usaron todos sus conocimientos de una forma divertida.  Después los alumnos más avanzados tuvieron su turno para recibir su clase individual y grupal.

 

Todos los alumnos recibieron su tarea para el día siguiente y sus padres tomaron notas durante las clases, y tomaron muchas fotos; en cuanto a mi, su maestra de piano, estuve filmando cada instante de cada una de las clases y a la vez recibiendo mi propia clase maestra a través de las clases de cada uno de mis alumnos, y después recibiendo también importante retroalimentación por parte de Caroline, mi querida maestra.

 

El público estaba lleno de preguntas, no logrando entender que realmente estos niños acababan de conocer a Caroline por primera vez y sin embargo era evidente que compartían un lenguaje en común, aprendían rápidamente, absorbiendo cada sonido y cada movimiento.

 

El segundo día, los niños fueron al auditorio para practicar, tomaron turnos y se ayudaron unos a otros, compartiendo y realmente divirtiéndose al hacer su tarea.

 

La sesión de la tarde comenzó y las clases fluyeron maravillosamente; se notó una mejoría en la manera de tocar de cada uno de los alumnos. Todos recibieron nuevamente clases grupales y Caroline decidió llevarlos a un nivel más alto. Todos fuimos testigos de la magia del método: cómo aprender a hacer música siguiendo los mismos pasos que se utilizan para el aprendizaje de la lengua materna. Pudimos presenciar la capacidad que tiene el oído que ha sido previamente entrenado, al percibir los sonidos más sutiles y ser capaces de tocarlos del mismo modo, de reproducir la técnica,  estando completamente concientes de cómo se hace la música, de una manera completamente natural, pudimos observar que los alumnos disfrutaron cada momento; en sus rostros se dibujaban amplias sonrisas, realmente se veía que disfrutaban el hacer música.

 

Los padres tuvieron la oportunidad de responder preguntas acerca de su papel en la práctica del piano en la casa, así como de su visión del Método Suzuki.

 

El tercer día, se percibía que el público tenía sentimientos encontrados acerca del método Suzuki, ya que deseaban ver, de alguna manera, la manera tradicional del aprendizaje de la música, de forma teórica, con un enfoque intelectual; querían ver la misma manera en que ellos aprendieron.

 

Esa misma tarde, se dieron ejemplos muy claros de cómo se enseña la teoría musical en este método, a través de dos clases grupales, una para los principiantes, en la cual utilizaron una notación musical simple para escribir las variaciones de Estrellita y el tema de Estrellita, también cantaron y tocaron la forma musical, aplaudieron el pulso y el ritmo de esas piezas; todas estas actividades eran juegos divertidos para los alumnos. Después vimos a los alumnos avanzados de edades de 6,7 y 10 años quienes se encuentran ya al final del libro 1, haciendo trasposición alrededor de todo el círculo de quintas, cambiaron de modo mayor a modo menor y de pronto desde el auditorio se escucharon expresiones de asombro y de incredulidad y rodaron lágrimas de reconocimiento…fue realmente mágico.

 

Esta fantástica experiencia terminó con un recital en que los niños tocaron una pieza que fue seleccionada por Caroline y en la cual estuvieron trabajando durante el curso, mostrando sus habilidades recién adquiridas.

Al término del mismo, el público les pidió sus autógrafos a los niños, fue un momento grandioso para ellos. Los niños volvieron a casa esa noche completamente motivados para continuar con su estudio del piano.

 

La última mañana, Gabriel Pliego, presidente de la AMMS dio un par de clases individuales de violín y una clase grupal muy divertida.

 

Para finalizar el curso Caroline nos mostró el extraordinario trabajo que se está realizando en Perú al llevar esta filosofía a los lugares más remotos, llegando a niños que viven en la pobreza, a niños abandonados que ahora son maestros Suzuki y prestan sus servicios gratuitamente a niños de la misma institución en donde ellos crecieron…

 

A todos nos llegó al corazón el gran alcance que este método puede tener, nos sentimos motivados para hacer algo dentro de nuestro país y sentimos un impulso de comenzar de inmediato y tocar las vidas de nuestros niños con la música y a través de la música…una vez más, fue algo mágico.

 

Los miembros de la mesa directiva de la universidad hicieron la clausura del curso y Gabriel Pliego entregó los diplomas a cada uno de los participantes, dando por terminado lo que resultó ser un curso maravilloso…

 

Quiero agradecer a Gabriel por haber traído a Caroline a México, quiero dar las gracias Porfiria por haberse aventurado a llevar a Caroline a la BUAP y también quiero agradecerle a Caroline por tu calidez, por el amor a tu trabajo y por compartir abiertamente con nosotros toda tu experiencia.

 

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